Según un nuevo informe de National Journalel impacto del "comportamiento destructivo"que en las primarias republicanas de Carolina del Norte, ya que el sorprendente apoyo de Trump sigue convirtiéndose en una "desagradable ronda de luchas internas del partido."

Más información sobre el "dilema del GOP"en Carolina del Norte.

National Journal: Trump está saboteando las perspectivas del Partido Republicano en el Senado

• El expresidente Trump podría haber sido un activo importante para el Partido Republicano, atrayendo a los votantes en su intento de recuperar el control del Congreso en las elecciones de mitad de mandato del próximo año. Pero, fuera de su cargo, continúa con su comportamiento destructivo, apoyando a candidatos más débiles en primarias disputadas, aplastando las campañas de antiguos aliados y elevando a aspirantes no preparados para la hora de la verdad en contiendas senatoriales que deben ganar.
• El mayor impacto de Trump se ha producido en Carolina del Norte, donde el pasado sábado apoyó al representante conservador Ted Budd en una cena del partido estatal frente al ex gobernador Pat McCrory y el ex representante Mark Walker. (El apoyo se produjo después de que su nuera, Lara Trump, renunciara a presentar su propia candidatura). Antes del apoyo de Trump, McCrory parecía el favorito para imponerse, dada su experiencia, mayor identificación con su nombre y potencial de recaudación de fondos. Pero Trump dio la vuelta a esas expectativas con su sorprendente apoyo a Budd.
• Como mínimo, la intervención de Trump está provocando una desagradable ronda de luchas internas en el partido, con McCrory sugiriendo que el exjefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, exdiputado de Carolina del Norte, fue el responsable de orquestar la decisión de apoyo. En el peor de los casos, el ascenso de un legislador conservador de extrema derecha (uno que firmó un informe amicus sobre una demanda que impugna los resultados de las elecciones presidenciales de 2020) amenaza con disminuir las perspectivas del GOP en un estado rojizo que los republicanos necesitan ganar para recuperar la mayoría.
• La intervención de Carolina del Norte no es más que el último sabotaje del ex presidente que amenaza con trastocar el panorama del Senado.
• He aquí el dilema del Partido Republicano: los republicanos no pueden ganar si Trump desempeña un papel central en las elecciones de mitad de mandato del año que viene, pero tampoco pueden ganar sin que dinamice la base del partido. Su estrategia a lo largo del año fue mantener a Trump en la tienda del partido, con la esperanza de influir en su comportamiento incluso si eso significaba consentir sus peores excesos. Pero, de momento, ese plan no está funcionando. Trump está más interesado en remodelar el partido a su propia imagen que en ayudar al GOP a recuperar el control del Congreso. Si los republicanos no están dispuestos a luchar por sus propios intereses, acabarán rindiéndose no solo a Trump, sino al control demócrata del Senado.

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