Esta semana, la Conferencia de Presidentes de Tribunales Supremos -un grupo bipartidista que representa a los presidentes de los tribunales supremos de los 50 estados- presentó un informe amicus esta semana dejando claro que "tienen un problemacon el caso radical de la "teoría de la legislatura independiente" del presidente de la Cámara de Representantes, Tim Moore, que se presentará ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos: Moore contra Harper.

"El actual intento del presidente de la Cámara Moore de buscar una justificación judicial federal para los continuos intentos de los republicanos de socavar deliberadamente la democracia de Carolina del Norte y diluir la voz de los votantes es vergonzoso", dijo el presidente del Partido Demócrata de Carolina del Norte, el Dr. Bobbie Richardson. "Que el Tribunal Supremo de EE.UU. considere esta maniobra descaradamente política sería socavar los principios de control y equilibrio inherentes a nuestra constitución. Esto no puede seguir adelante".

Si el Tribunal Supremo diera la razón a Moore en el caso, desharía desharía años de precedente histórico y las legislaturas estatales de todo el país tendrían discreción exclusiva sobre la gestión de las elecciones. Esto significaría que los republicanos de Carolina del Norte -que están a solo tres escaños en la Cámara de Representantes y a dos en el Senado de una supermayoría- tendrían autoridad sin control sobre la distribución de distritos electorales, las políticas de derecho al voto y otros procesos electorales sin posibilidad de supervisión judicial.

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